Llevaba horas cabalgando y poco a poco la luz del alba lo iba inundando todo. Llegaba desde Carmona y venia siguiendo los famosos "caños", cuando sin apenas darme cuenta llegue hasta el Templete de la Cruz del Campo. " buenos días" escuche a mi derecha
- buenos días respondí.
- buenos días me dijeron.
- buenos días respondí.
¿Hay algo más bonito que dar los buenos días cuando uno va entrando en Sevilla?
No hay comentarios:
Publicar un comentario